
La codificación solía ser un superpoder, pero ya no lo es
En la querida película de Pixar "Los Increíbles," el villano Síndrome pronuncia una frase inesperadamente perspicaz: "Cuando todos son superhéroes, nadie lo será." Esta afirmación, aunque dicha por un personaje ficticio en una película infantil, encapsula perfectamente la evolución de la codificación y el desarrollo de software en nuestro mundo moderno.
Hubo un tiempo en el que aquellos de nosotros proficientes en codificación nos considerábamos superhéroes. Poseíamos habilidades especiales, poderes únicos que nos destacaban del resto. Podíamos crear mundos digitales, diseñar algoritmos complejos y desarrollar aplicaciones que otros solo podían soñar.
Hoy mismo, creé una red neuronal convolucional utilizando Python y TensorFlow, desarrollé una aplicación para iPhone con Objective C, y construí una aplicación utilizando las APIs de OpenAI con PHP y el framework SLIM. Lo extraordinario es que logré todo esto sin tener más que un entendimiento rudimentario de estas tecnologías.
En el pasado, tales hazañas hubieran sido impensables sin días, semanas o incluso meses de codificación laboriosa y depuración. Pero el campo de la codificación y el desarrollo de software está evolucionando rápidamente, gracias en gran parte a la llegada de la IA Generativa.
Con la dramática mejora en las capacidades de generación de código ofrecidas por la IA Generativa, ahora parece que todos tienen superpoderes. La codificación ya no es exclusiva de unos pocos, sino una habilidad que se ha vuelto común, accesible y democratizada.
Sin embargo, incluso cuando la codificación pierde su estatus 'super', es importante recordar que la IA Generativa no es una solución mágica. No creará espontáneamente algoritmos que aún no se han inventado. Aquí es donde se hace palpable la necesidad de una nueva generación de matemáticos, físicos e informáticos. Ellos serán quienes guíen la próxima ola de innovación y empujen los límites de lo posible.
El inconveniente de esta democratización es que los puestos de nivel de entrada para desarrolladores se están volviendo cada vez más competitivos. Por lo tanto, convertirse en un desarrollador senior será un desafío aún mayor.
El futuro requerirá un grupo selecto de individuos, una nueva élite, que pueda navegar por este paisaje en constante evolución y guiar el curso de la innovación. Ellos serán quienes lleven la antorcha hacia adelante, moldeando el futuro de la tecnología y impulsando el crecimiento de la industria.
En esencia, estos individuos se convertirán en nuestros nuevos superhéroes. Serán aquellos con las habilidades avanzadas y el pensamiento innovador necesarios para seguir empujando los límites y explorando los territorios inexplorados de la codificación y la tecnología.
En este mar de similitudes, serán los extraordinarios, aquellos que retengan el poder de sorprendernos y asombrarnos con su destreza. Y al igual que en "Los Increíbles", nos recordarán que aunque todos puedan ser superhéroes, siempre habrá quienes sean un poco más 'super' que el resto.
Porque cuando todos son superhéroes, nadie lo es.